Navegando entre las olas digitales: explorando las diferencias esenciales entre streaming y live streaming
Gracias a internet las retransmisiones en directo son más fáciles y más ágiles de lo que nunca hubiésemos podido imaginar en la época de la televisión.
Según Wikipedia la retransmisión en directo, retransmisión o emisión en continuo (en inglés streaming), también denominado transmisión, transmisión por secuencias, lectura en continuo, difusión en continuo o descarga continua, es la distribución digital de contenido multimedia a través de una red de computadoras, de manera que el usuario utiliza el producto a la vez que se descarga. La palabra retransmisión se refiere a una corriente continua que fluye sin interrupción, y habitualmente a la difusión de audio o vídeo.
Lo que traducido viene significando la difusión de contenidos multimedia a través de internet sin la necesidad de la descarga total por parte del usuario de lo que se está transmitiendo.
Ejemplos claros del funcionamiento del Streaming son las plataformas Netflix, HBO o Spotify, por nombrar las más habituales, que son aquellos en las que se pone a disposición del usuario una cantidad de vídeos y audios para su reproducción en diferido, ya que son productos que han sido grabados con anterioridad.
Live Streaming
El Live Streaming es dar un paso más: es la reproducción de contenidos multimedia de eventos a través de internet en tiempo real, es decir en directo, dándonos de esta forma la posibilidad de transmitir lo que está pasando en el momento que está pasando.
Actualmente, el Live Streaming o la retransmisión de contenidos multimedia en directo, está a la orden del día. Ya sean conciertos, ponencias, congresos, eventos deportivos… Se trata de ofrecer al consumidor o cliente lo que está pasando en este mismo momento.
Es lo que el público quiere, y está en nuestras manos ofrecérselo.